
Sin duda las nanociencias y la nanotecnología han llegado para quedarse y son, cada vez más, parte de nuestro lenguaje y nuestra paleta tecnológica. Por otro lado, la materia blanda, aquella que sufre cambios estructurales importantes cerca de la temperatura ambiente y la presión atmosférica, también forma parte de nuestro mundo cotidiano y de nuestra propia biología. Veremos que las nanociencias y la materia blanda siempre han estado “con nosotros” y “en nosotros” y veremos dónde y cómo las nanociencias se unen a la materia blanda para permitirnos entender el funcionamiento de los sistemas biológicos (incluido el ser humano) e imaginar y desarrollar nuevas tecnologías.