La Plata, 14 de marzo de 2005.

 

Señores Invitados Especiales, Autoridades Presentes, Público en General.

 

Cuando alguien más o menos avisado piensa en los inicios de la investigación en Física en la República Argentina, piensa en la Universidad Nacional de La Plata.

Esto es así por cuanto más allá de la presencia objetiva de un par de excelentes físicos de origen italiano en el Siglo XIX, ni estuvieron dadas las condiciones para el desarrollo de sus capacidades ni mucho menos para que dejaran discípulos.

 

Recién cuando un sector de la clase política, y nótese que digo clase política y no clase dominante, toma la decisión de impulsar el progreso de la nación a través de la industrialización, la ciencia, el saber y la cultura es que cambia esta situación. Y el nacimiento, desarrollo y decadencia de la Física en La Plata en el primer período de su existencia, digamos de 1905 a 1930, en un ejemplo de los límites de cualquier reforma cuando esta no responde a las necesidades de quienes detentan el verdadero poder. Estas contradicciones tiñen el proceso al que voy a referirme.

 

Hacia fines del siglo XIX un grupo de políticos liberales, laicistas, positivistas y librepensadores (siendo esto último un eufemismo por Masones) impulsa una reforma en la Educación Secundaria creando los Institutos de Enseñanza Técnica, los Colegios Comerciales y las Escuelas Profesionales de Mujeres a los que ponen en paralelo con los Colegios Nacionales y las Escuelas Normales. Incorporan el estudio de las lenguas vivas y aumentan el número de horas dedicadas a las matemáticas y a las ciencias naturales. Estos cambios fueron aceptados en general. Pero la eliminación del estudio del latín en los Colegios Nacionales y la inclusión de los ejercicios físicos en las escuelas de señoritas provocan tal reacción en la sociedad de aquellos días que el Ministro de Educación, Osvaldo Magnasco, debió renunciar a los pocos días. La construcción de paredones que evitaran la exposición de jóvenes mujeres en ropas de gimnasia a los ojos lidibinosos de los pasantes resolvió el problema de los ejercicios físicos. Pero el latín volvió a integrar la curricula.

(Wilde, González, Magnasco, Mercante, Vergara, Bunge, Ramos Mejía)

 

 Estas nuevas modalidades de enseñanza que reservaban a los egresados de los Colegios Nacionales el ingreso a la Universidad, cumplían con los objetivos del grupo liberal que necesitaba crear recursos humanos para el proceso de industrialización en que estaba empeñado pero no satisfacían las aspiraciones de ascenso social de los hijos de los millones de  inmigrantes. Tampoco el de los hijos de aquellos criollos que comenzaban el lento pasaje del campo a la ciudad.

Las luchas y las huelgas de estudiantes de la Universidad de Buenos Aires de principios del siglo XX (1903-1904) apuntaban a ampliar la base del ingreso a las Universidades. No siendo este el objetivo de los políticos reformadores, resulta entendible que fueran reprimidas por el Ministro del Interior del General Roca, el Dr. Joaquín Víctor González.

 

En la visión de González y otros librepensadores el país debía modernizarse a través de la ciencia y la cultura pero debía conservar una democracia de base restringida.

Así, mientras creaba el Instituto Nacional del Profesorado Secundario (institución aún existente) copiando a similares instituciones alemanas y poblándolo de excelentes catedráticos europeos, sobre todo alemanes, entraba en el debate de la reforma política enfrentando a quienes propugnaban el voto secreto, universal y por lista completa de mayoría y minoría. González creía en el voto responsable que no podía ser secreto y al que por lo mismo, sólo podía tener acceso una parte de la población. La consecuencia de estas ideas de voto responsable, era el voto por circunscripciones y no por listas sábanas. Estas ideas privaron en su Código Electoral de 1902 y permitió la elección de Alfredo Palacios por la circunscripción 39, La Boca. Es así como es elegido el primer diputado socialista de América.

 

González fue tal vez el más lúcido representante de esos políticos que años después confluirían en el Partido Demócrata Progresista. Félix Luna pone en labios del General Roca las siguientes palabras: “El Dr. González era un erudito en todo. Y si no lo era a la mañana cuando le preguntaba algo, lo era a la tarde cuando me traía la respuesta”.

 

Como Ministro del Interior de Roca presentó a consideración de las Cámaras el Código del Trabajo. Era un conjunto de leyes de avanzada, basadas en el “Informe del Estado de la Clase Obrera Argentina” que a su solicitud elaborara el exilado Ingeniero y Médico republicano español,  José Bialet Massé. Se trabaja de legislar para los obreros industriales y para los obreros rurales en aquellas regiones o actividades donde se iban dando relaciones capitalistas de producción. De estas leyes, que fueron rechazadas por los conservadores (por razones obvias) y por los socialistas por no haber sido acuñadas por ellos, quedó el Departamento Nacional del Trabajo que con el tiempo pasaría a ser la Secretaría de Trabajo y Previsión. Volveré brevemente sobre este Departamento al hablar de la Extensión Universitaria en La Plata.

 

Y ya como Ministro de Educación del Doctor Quintana, González propone la creación de una Universidad nueva, distinta de las existentes, científica, experimental y laica. La Universidad que produjera el conocimiento básico y  técnico que necesitaba la nación industrial. Por eso incorpora la Extensión Universitaria a las funciones de la Universidad, función que debería posibilitar la proyección de la universidad sobre la sociedad derramando el conocimiento y el saber sobre las clases obreras. Modo de acelerar el pasaje del proletariado rural al proletariado industrial que los ingleses y norteamericanos aplicaban ya desde hacía medio siglo.

Vale la pena mencionar aquí el papel que jugaba la Biblioteca Pública dela Provincia de Buenos Aires, abierta de 0 a 24 y de lunes a lunes. Porque el obrero sólo podía acercarse a los libros en los extraños horarios que sus actividades diarias les dejaban. Y era en la Biblioteca Pública donde domingo a domingo, puntualmente a las 11 horas, los profesores de la Universidad por turno disertaban para los obreros. Se trataba de lo que la oposición llamó “la misa masónica”.

Basten dos ejemplos de estas “misas”: la Conferencia del Dr. Ernesto Quesada profesor de Economía Política de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales y la del Ing. Tebaldo Ricaldoni.

Ernesto Quesada comienza su conferencia titulada “La cuestión obrera y su estudio universitario” con las siguientes palabras:

Como todos los años para esta época nos encontramos con la huelga de los maquinistas ferrocarrileros y de los obreros del puerto de la Capital.

Todos lo sabemos, todos lo esperamos.

Y en lugar de ponerse a analizar el Código González y las conclusiones científicas que al respecto obtiene el Departamento del Trabajo,  proceden a movilizar militarmente a los obreros y a aplicar la ley de Residencia.

Es deber de la Universidad dar su aporte científico para que pueda superarse esta situación en bien de la nación y de su sociedad, tanto de los trabajadores que sufren como de los patrones que pierden ganancias. Y todo por la ignorancia de la clase dirigente.

Ricaldoni, por su parte, habla para quienes no han tenido la oportunidad de instruirse pero que aportan con su laboriosidad a la grandeza de la nación. Les traigo las mieles del saber para que Ustedes la puedan convertir en riqueza.

 

La nueva universidad se crea en La Plata, terminada ya la aventura del Rochismo con la derrota del Quebracho, la dispersión de los separatistas riograndenses y la huída del Gran Maestre de la Logia La Plata 80 y ex-Gobernador de la Provincia don D´Amico. Misteriosa huida desde su domicilio, el Palacio D´Amico lugar donde hoy está instalada la curia de La Plata y es residencia del Obispo de La Plata, y que da origen a la leyenda de los túneles que desde Plaza Moreno llegan hasta el río de La Plata.

En la función que se asigna ahora a la ciudad definitivamente integrada a la nación, con su puerto sucio y sus frigoríficos, González la quiere una Atenas luminosa proyectándose sobre el interior de la Provincia.

 

Aprovechando la existencia del Observatorio Astronómico Provincial, del Museo de Ciencias Naturales, del Instituto de Santa Catalina y de la Biblioteca Pública, todos los cuales eran notables para la época, proyecta González una Universidad donde sus Facultades estarían formadas por Escuelas Superiores  (los actuales Departamentos) y dependiendo de cada Escuela Superior un Instituto de Investigaciones. Además estaba la alicaída Universidad Provincial, rémora de aquella institución concebida para la Republica del Plata que aportaba una base de inicio modesta pero base al fin.

La mencionada proyección sobre la Provincia estaría asegurada por su  Colegio Nacional modelo, en cuyo internado se formaría la elite gobernante del primer estado argentino.

 

En este contexto donde el progreso social se asociaba al progreso de la ciencia, la Física, la ciencia que en ese momento aseguraba la vigencia del determinismo, la ciencia cuyo desarrollo avalaba la corriente positivista spenceriana de González y su grupo, constituiría uno de los pilares de la nueva Universidad.

Ubicada la Escuela Superior de Ciencias Físicas en lo que a poco sería la Facultad de Ciencias Físicas, Matemáticas y Astronómicas, carecía de un plantel de profesores dedicados a la creación del conocimiento científico tal como lo entendemos hoy nosotros y carecía de equipamiento para realizarlo.

En un primer momento su Dirección le fue encomendada al Ingeniero Tebaldo Ricaldoni, figura romántica propia del fin del siglo XIX, quien tiene a su cargo la adquisición del equipamiento entonces faltante. Ricaldoni encargó en la excelente firma alemana Max Kohl, una colección de instrumentos para la demostración de los fenómenos físicos que constituye la base de la colección del Museo de Física de este Departamento. Para ello se instaló en París durante algunos meses y estudió las ofertas. El presupuesto general de 1906 asignó a esta compra de 3130 aparatos de física, según catálogo, el monto de 74.632 pesos moneda nacional, más otros 7.000 pesos para vitrinas, estanterías, muebles, etc. A modo de comparación diremos que el subsidio del gobierno nacional para la flamante UNLP fue establecido en 1.000.000 pesos moneda nacional. Así, alrededor del 8 % del presupuesto tuvo como destino iniciar el equipamiento de la Escuela Superior y del Instituto de Física....para enseñar Física a unos 100 alumnos. Hoy el Departamento ofrece sus cursos de Física para más de 2.000 alumnos entre propios y de correlación.

 

Pero aún se estaba lejos de la “Universidad Nueva” que pretendía J.V.González. Por ello se inician gestiones para traer al país lo que hoy llamaríamos un docente-investigador. Y además de primera línea.

 

Luego de una búsqueda por Alemania se opta por Emil Hermann Bose en el entendimiento de que él era justamente lo que se necesitaba para la física de la nueva Universidad, de acuerdo con los principios fundacionales de la misma y la misión que le asignaba. Bose era un joven y promisorio doctor en física alemán que alcanzó muy pronto el profesorado y que se había desempeñado como director del Instituto Tecnológico de Danzig. Su esposa, era una de las primeras dinamarquesas que logró ingresar a la Universidad de Copenhague y la primera doctora en química de este origen. Se conocieron trabajando como asistentes de Walter Nernst, desarrollando el programa de fisicoquímica de éste sabio, quien alcanzaría años después el Premio Nobel.

La decisión de Bose no fue fácil y fue Walther Sorkau profesor de química del INSP y que fuera su colega en Danzig quien le escribe para entusiasmarlo dándole detalles del significado económico, académico y cultural que tendría su aceptación. Más tarde es el doctor Keiper, director del INSP, quien insiste. A Bose se le pagarían adicionalmente los gastos del traslado, su esposa sería contratada también,  no tendría que dar más de tres horas semanales de clase, el resto del tiempo podría destinarlo a la investigación.

Este último dato era muy importante para que un científico como Bose pudiera tomar su decisión, pues era sabido que en las Universidades argentinas no se investigaba. Finalmente Bose acepta y en marzo de 1909 recibe la invitación formal para incorporarse a la UNLP.

 

Ya hemos dicho algo acerca de la misión que debía cumplir la UNLP. Permítanme ahora completarla. En una Conferencia pronunciada el 28 de Mayo de 1905 en la Biblioteca Pública de la ciudad de La Plata, González reiteró que: “la Universidad que se establecerá en La Plata será científica. El carácter de los sistemas antiguos es anticientífico, aunque enseñen ciencias y es clásico en el sentido de limitarse a la simple imaginación o verbalismo , conservando sus organizaciones dogmáticas, sin relación con los cambios que todos los conocimientos han sufrido en las últimas épocas bajo el poder del método científico”.

Y en el mensaje del Poder Ejecutivo nacional al Honorable Congreso sobre el establecimiento en la ciudad de La Plata de una Universidad Nacional, González completa su pensamiento: el Museo y el Observatorio que ha cedido la Provincia deberán integrarse a la vida Universitaria, poniéndose al servicio de la instrucción científica de la nación bajo el plan metódico y coordinado de una Universidad. Y agrega: en los diversos grados o divisiones de la carrera científica irán desprendiéndose las profesiones prácticas, hasta llegar a la selección superior, a los que se consagren a la ciencia pura y cuyo estudio no concluye jamás siendo su destino permanente el de enriquecer el caudal de la cultura universal y del propio país.

 

¿Satisfizo Emilio Bose estas expectativas? ¿El Instituto de Física de La Plata estuvo a la altura de lo que de él se esperaba?

 

Veamos. En mayo de 1909 arriban a la ciudad de Buenos Aires Emil Bose y su esposa Margrete Heiberg Bose. Vienen para reorganizar el Instituto de Física de La Plata y la Escuela Superior de Ciencias Físicas.

Ni Sorkau ni Keiper le mintieron a Bose en lo que respecta a las posibilidades de realizar investigación en La Plata, pero si Emil y Margrete creyeron que todo se resumía a llegar y comenzar a trabajar en ciencia se equivocaron de medio a medio. El 9 de junio, ya en La Plata, Emil se integra al Consejo Académico de la Facultad y presenta el nuevo plan de estudios para el Doctorado en Física. De acuerdo al nuevo Plan, habría Trabajos Prácticos en física en el segundo y tercer año, Trabajos de Investigación en física en el cuarto y Trabajo de Investigación en quinto, nuestro actual Trabajo de Diploma. Pero Bose no encuentra prácticamente nada que permitiera continuar sus investigaciones ni prever que pudieran hacerla los eventuales estudiantes del doctorado.  Tan sólo halla una enorme colección de excelentes instrumentos de demostración para docencia en física general, los adquiridos por Ricaldoni, pero inútiles para realizar investigación científica a través de mediciones cuantitativas. Además el edificio que alquilaba la Escuela era reducido y no permitía desplegar siquiera estos instrumentos para que los estudiantes trabajaran con comodidad. Tampoco había presupuesto para funcionamiento ni hemeroteca. Podemos imaginar a los Bose paseándose por el jardín de invierno del primer piso de la casa de 5 y 46 entre las vitrinas de roble llenas de instrumentos preguntándose cómo arrancar.  Pero González no se había equivocado con Bose y su presencia y actividad no pasa desapercibida. Pronto solicita y obtiene un nuevo edificio para la Escuela. Y el diario “El Día” de La Plata  registra que “no solo faltan las comodidades que se necesitan para la conveniente disposición de los aparatos, sino que también falta el espacio y la instalación que requiere el trabajo de los alumnos” y  “el director de la escuela de física ha encontrado entre las autoridades universitarias el deseo de secundar ampliamente sus planes”. El nuevo edificio asignado es aquel que se estaba construyendo para albergar los Laboratorios de Física y Química del Colegio Nacional  y es justamente donde nos encontramos reunidos en este momento. El edificio  que remodela Bose es donde actualmente desarrolla sus actividasdes el Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Exactas.

 

Uno de las primeras acciones de Bose en La Plata es dirigirse a JVG reclamándole los aparatos de Física destinados a completar el Gabinete, las revistas y demás obras con las cuales se constituirá la Biblioteca Científica de esta Escuela y las máquinas y materiales necesarios para instalar definitivamente el Taller Mecánico de Precisión.

Afirma en su carta que “es una cosa bien conocida que una enseñanza verdaderamente universitaria de las Ciencias Exactas es imposible sin trabajos de investigaciones de todos los profesores de dichas materias y necesitando esto de un conocimiento perfecto de las publicaciones científicas, tanto anteriores como ultimas de la materia, se da un valor enorme a la perfección de la biblioteca de cada laboratorio evitando de esta manera que se hagan investigaciones inútiles y obteniendo en esta forma una enseñanza siempre dirigida a los puntos de vista mas modernos”.

Para terminar diciendo: “El mejor Instituto Científico sin biblioteca completa y moderna queda siempre como un buque sin timón, del mismo modo que el mismo Instituto sin Gabinete moderno y gastos mensuales sería semejante a un vapor sin máquina o carbón”.

De haber tomado estado público esta cardta, lo que no sabemos a ciencia cierta, el impecable planteo de Bose debió resonar como un trueno en los claustros de la vieja Universidad y como música celestial a los oídos de González. Su Universidad se hacía a la mar y el capitán Bose presentaba los planos de las instalaciones de la Escuela que serían entregados al Ministerio de Educación  y Justicia el 27 de julio. Viendo la lentitud del progreso de las obras, Bose solicita hacerse cargo de su dirección para realizarlas por administración. El 14 de febrero de 1910 esto se le concede. Margrete Bose hace un relato detallado y admirado de la obra dirigida por su esposo y de las instalaciones de la Escuela. Esta descripción resulta interesante también por sus finas observaciones sobre la idiosincrasia argentina.

 

En el Anuario 1910 de la Facultad de Ciencias Físicas, Matemáticas y Astronómicas17  consta un informe de Emil Bose donde da cuenta de los progresos en la instalación de los nuevos laboratorios donde se continuarán e intensificarán las investigaciones en física. Menciona una investigación experimental sobre frotamiento hidráulico o turbulento de diferentes sustancias (continuación de varios trabajos teóricos y prácticos del Dr. Bose y sus anteriores discípulos en Danzig). Por otra parte consta     que el Dr. Bose y sus colaboradores y alumnos se van a ocupar del estudio de los “cristales líquidos”, de las emulsiones y de las resistencias eléctricas extremadamente altas. A la parte de investigación de un establecimiento científico moderno no se puede dar demasiada diversidad, siendo un trabajo de investigación bien dirigido el mejor medio para desarrollar la inteligencia productiva del alumno. Había reclutado ya a los que serían los primeros doctores en Física recibidos en la Argentina: Ramón Loyarte, José Collo y los hermanos Teófilo y Héctor Isnardi.

 

Y dice algo que tiene total vigencia: “La participación activa de los profesores de una ciencia exacta en el desarrollo de esta, por medio de un trabajo personal de investigación es la única verdadera garantía para la enseñanza moderna y solo con esta colaboración activa se puede cumplir el destino del establecimiento a funcionar “como un núcleo de investigación y de enseñanza”.

 

Menciona que se  ha creado también una biblioteca científica comprendiendo las revistas más importantes de física y una serie de manuales y tratados de las materias que se van a dictar en la Escuela. El número de obras es considerable y comprenden los últimos adelantos en las ciencias físicas.

 

Habla de la organización de los trabajos prácticos a los que daba particular importancia y que había confiado a su esposa la Dra. Margarita Heiberg..”La sala mayor con su número elevado de instalaciones especiales permite la realización de experiencias demostrativas de física que hasta ahora no se daban a pesar de la cantidad muy grande de aparatos de demostración existentes. Se puede decir como principio fundamental de la enseñanza de la física, que una buena clase de física general necesita la demostración de cualquier fenómeno singular, porque la sola explicación oral, nunca dará la misma impresión que una demostración bien efectuada y tampoco llega a fijarse bien en la memoria de los estudiantes.

 

Sus trabajos de investigación en La Plata suman 10. Resulta curioso que uno de ellos, “Contribuciones Experimentales y Teóricas al conocimiento de los líquidos anisótropos y de las emulsione”, fuera publicado en la Revista del Centro de Estudiantes de Ingeniería .

 

El 30 de marzo de 1911 se inauguran las nuevas instalaciones con una conferencia a cargo de Bose. Loyarte, que participó de ella como colaborador da un relato muy sentido.  Pero son los diarios de la época los que reflejan el impacto. Para El Día  se había roto el molde de las conferencias meros “torneos oratorios” con una conferencia que consistió en una explicación clara y concisa de una serie de experiencias interesantísimas, en su mayoría nuevas entre nosotros, como son las que se refieren a las propiedades del aire líquido”. Sorprendido el reportero describe lo visto que parecía una sesión de magia o a una alta reunión científica no sospechada dentro de nuestro medio.

El Prof. Bose “acababa de demostrar, también, que la  universidad de La Plata posee un instituto montado en una forma excepcional, único entre nosotros, y que puede constituir uno de sus grandes orgullos”.

 

Como resumen de lo hecho por Bose como director de la obra diremos que en un año, en una tarea incansable en la que va dejando sus energías y su salud, Bose dota a este edificio de un equipamiento como no había en todo el país. Todo el sótano se llena de maquinaria para poder realizar experimentos de corriente alterna, de corriente continua, de alto y de bajo amperaje, de alta y de baja frecuencia. Equipamiento que él elige aparato por aparato, escogiendo lo mejor de cada firma y el mejor precio. Todo esto se adquiere en Alemania, e incluso contrata mecánicos y expertos alemanes para la

instalación, porque no había en el país quien pudiera hacer una instalación de esta naturaleza. Loyarte resalta el entusiasmo y la alegría con la que Bose se lanzó a esta tarea y como había contagiado de este espíritu a los primeros colaboradores. Nos dice: “Hasta marzo del año 1911 dirigió personalmente las instalaciones de las máquinas eléctricas, canalizaciones, montaje de la batería de acumuladores y de los cuadros de distribución, del compresor de aire y de los liquifactores, del gran anfiteatro y de las salas para trabajos prácticos”.

 

Pero Bose fallece un par de meses después, en mayo de ese año 1911.

 

Para entonces la Facultad informa que la biblioteca de la Facultad, no existe aún, pero que cada Escuela tiene la suya por separado. La biblioteca de física está formada por las obras adquiridas aumentadas por la donación que de la biblioteca de su malogrado esposo, hiciera la profesora doña Margarita H. De Bose. El total de volúmenes es de 776. 

Agrega el informe: se está preparando ya material para hacer las primeras publicaciones de física y de matemáticas. Dando cumplimiento a lo planeado comienza en 1914 la edición de: Contribución al Estudio de las Ciencias Físicas y Matemáticas, Serie Matemático-Física y Serie Técnica.

La serie: matemático-física comprende estudios de ciencia pura y serie técnica los de aplicación a las ramas de ingeniería que cultiva la Facultad. Las dos series están destinadas a la inserción de los trabajos científicos del personal de la Facultad o de los extraños que hayan utilizado sus elementos. Los trabajos se publicarán, a medidas que sus autores los entreguen, en folletos con paginación corrida formando volúmenes de 500 páginas en cada serie.

 

Si observamos el número de publicaciones tendremos una primera indicación de lo ocurriría hacia el fin de este período:

1913-1916 : 25 trabajos;

1917-1920      31 trabajos:  

1921-1924    13 trabajos,

 1925-1930     6 trabajos

 

El informe de González a la Asamblea General de Profesores del 18 de diciembre de 1911, al agradecer su designación como Presidente por un nuevo período, concluye diciendo: Con la dotación de profesores especiales del país y del extranjero, esa Facultad no tardará en realizar el voto que formulé hace tres años, de que sería “una de las piedras angulares del inmenso edificio”, pues que todo nuestro plan orgánico se funda en la ciencia, por el concepto y por el método......Cuando González dice profesores especiales se refería a profesores sin curso a cargo. Eran sólo para investigación. “La Física, la Química, y la Matemática son disciplinas estratégicas y el número de profesores dedicados a la investigación no puede depender del número de alumnos”.

 

Pero también denuncia los apremios financieros por los que pasó y pasa la UNLP.  “A este respecto todo cuanto puede decirse se resume en esta afirmación: la Universidad vive y se ha desarrollado durante su primer ciclo de cinco años con el mismo subsidio inicial que le fijó la primera ley de presupuesto de 1907. El crecimiento de la renta propia nunca puede avanzar en ese corto período hasta ser un recurso apreciable, en comparación con la magnitud y las necesidades de la enseñanza de una Universidad de este tipo, que no sólo mantiene una constante experimentación científica, sino que debe sostener, renovar y aumentar sin término sus colecciones de gabinetes, bibliotecas y museos. Debe completar la edificación de sus diversos institutos y escuelas, como la Facultad de Agronomía y Veterinaria en sus dos campo de La Plata y Santa Catalina, la Sección Pedagógica con su Colegio Secundario de Señoritas y Escuela Graduada , la Facultad de Ciencias Física y Usina e Instituto de electrotécnica, nuevos internados y Escuela de Dibujo. Entretanto, las sumas pedidas al Congreso y votadas desde hace tres años, no han sido invertidas ni entregadas a la Universidad, y es pública y notoria la reducción por decreto de Marzo de 1911, del aumento del subsidio votado por el Congreso para este año. Las ideas dominantes en el gobierno financiero del país , son restrictivas respecto de las Universidades, a tal punto que en caso de duda se opta siempre por cercenar o suprimir sus asignaciones. Se tiene sobre esto ideas equivocadas, a tal extremo que se espera de la acción privada lo que jamás ha manifestado intención de dar; y se atribuye al interés profesional una importancia superior a la realidad, pues en este país despoblado e iletrado, es más deber publico que particular el preparar las inteligencias y aptitudes para todas las funciones que requiere un gobierno republicano improvisado sobre elementos ineptos para darle existencia efectiva”.

 

Pero en 1912 el Subsidio Nacional pasa de un millón a un millón quinientos mil pesos. Es decir que crece en un cincuenta por ciento. ¿Que había sucedido? Guillermo Ranea sugiere que el impacto de las Conferencias  que dio Bose en marzo de 1911 tuvieron un papel fundamental en este aumento del presupuesto.   

 

Para completar esta reseña debemos retomar la figura de Margrete Heiberg-Bose. Fallecido su esposo Emil comienza una nueva etapa para Margrete. Las primeras emociones son sin duda aquellas volcadas en su conocido artículo sobre el Instituto de Física de La Plata, donde expresa su admiración por la obra de su marido, disminuyendo su participación, la que en cambio es reconocida por los discípulos y futuros doctores argentinos. En efecto, Margrete organiza el Laboratorio y tiene a su cargo los trabajos prácticos en física experimental. Estos cursos, que comenzaron en julio de 1909 constituyeron el primer curso de esta índole dictado en Latinoamérica. De 1909 a 1911 publica sola y con Emil. Se asocia a la Sociedad Alemana de Física. Luego de la muerte de su esposo viaja a Nordhausen, donde vive su suegro y pasa algunos meses en el laboratorio de Nernst en Berlin. En marzo de 1912 regresa a La Plata y además del cargo de profesor adjunto es designada Jefe de Laboratorio y Trabajos Prácticos en la Sección Pedagógica (hoy facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación) de la UNLP. En 1914 es Jefe de Laboratorio en el Colegio Secundario de Señoritas. Viaja a Roskilde donde es recibida con todos los honores y permanece allí hasta la muerte de su madre. Sus cargos en La Plata son prorrogados hasta 1918 pero en mayo de 1915 pide licencia por dos años para viajar a Alemania a trabajar científicamente entre sus antiguos colegas. Sin embargo “la prolongación inesperada de la Guerra Mundial malogró su intención e hizo imposible el regreso a la Argentina hasta Marzo de 1919”. De lo visto en ese período durante el cual se desempeña como Profesor adjunto auxiliar en el Instituto de Física de la Technische Hochschule en Danzig, excepto por un intervalo (julio 1917 a marzo 1918) durante el que se desempeña en la Industria Química en Munich nos ha dejado un interesantísimo artículo basado en una Conferencia dada en “Deutscher Volksbund”. (Unión Germánica) con el título: “Lo que he visto en Alemania. Recuerdos de la guerra y el armisticio”.

A su regreso a La Plata, abril de 1919, encuentra también una Universidad diferente. Ya no están ni  González, ni Alvarez, ni del Valle Iberlucea. Su contrato había vencido. El fuerte sentimiento antialemán que se había apoderado de los argentinos durante la guerra era aún perceptible. A fines de ese año es designada profesora auxiliar de trabajos prácticos de física. Durante 1920 y 1921 se desempeña como bibliotecaria del Observatorio Astronómico. En 1921 es designada Profesor Suplente y por fin recién en 1922 se la designa Profesora Extraordinaria de trabajos Prácticos de física , tercer curso, posición en concordancia con sus diplomas y antecedentes científicos. Margrete ejerció este cargo hasta su jubilación el 31 de julio de 1941.

 

Pero volvamos al Instituto y a la Física. En 1914 arriba Ricardo Gans. Aquí encuentra un Instituto muy bien equipado y con un presupuesto equivalente al del Instituto de Física de Berlin. Hay 4 doctores en física argentinos, varios investigadores extranjeros están a su disposición en el INSP, la Argentina fue espectadora de la tragedia que destroza a Europa, y sin embargo más allá de su considerable esfuerzo personal no se encuentra una política de crecimiento u orientación para el Instituto.

Comienzan las tensiones entre quienes consideran que dadas las circunstancias el esfuerzo debía ser puesto en la enseñanza y quienes consideraban que debía hacerse investigación.

La situación económica comienza a deteriorarse y nuevos rumbos soplan en la UNLP después de la finalización del mandato de González en 1918. El Instituto entra en un cono de sombra que se acentúa con la partida de Gans en 1925 y que se extiende hasta mediados de la década del 50.

 

Valdría la pena estudiar este período para verificar que líneas de pensamiento y acción se conservaron, de que manera influyeron sobre el posterior desarrollo del Departamento.

 

Dejé deliberadamente para el final el tema de la Extensión Universitaria en Física.

Esta fue intensa en los primeros tiempos. Entre otros mencionaré las conferencias en La Plata y en el interior dela Provincia, los trabajos para Fabricaciones Militares y los cursos Feriales para profesores de física de los Colegios Nacionales que tuvieron lugar de 1916 a 1918.

 

 

Y que ahora se habrán de continuar con las actividades que se desarrollarán en las escuelas primarias y secundarias en torno de un calendario elaborado en el Departamento y que será entregado en este momento a la Presidenta del Centro de Estudiantes que habrá de difundirlo y hacerlo llegar a las Escuelas de la región.

 

Espero que esta apretada síntesis haya sido de interés para Ustedes. Muchas gracias.

 

Dr. Aníbal Guillermo Bibiloni

Profesor Titular Ordinario del Departamento de Física

De la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP.